La administración considera que un estudiante fracasa escolarmente cuando no es capaz de obtener el título de Graduado en Educación Secundaria.
Dado que la legislación educativa se plantea como objetivo que todos los ciudadanos deben seguir una escolarización obligatoria hasta los 16 años con el objetivo de obtener tal titulación, el fracaso, entendido en un sentido “meramente administrativo” consiste en la imposibilidad de alcanzar tal objetivo pese a las ayudas o prórrogas que se puedan conceder.
Obviamente, el concepto de fracaso escolar que entienden la mayoría de padres, maestros y profesionales no es el “administrativo”, sino el “técnico”. Técnicamente, un alumno fracasa escolarmente cuando es incapaz de alcanzar los objetivos curriculares mínimos que se establecen para cada área o asignatura y nivel curricular.
Según la administración educativa un alumno no puede fracasar antes de los 16 años, puesto que hay que esperar a ver si alcanza la titulación de Graduado en Secundaria; no obstante, tanto padres como maestros, consideran que un alumno fracasa en cualquier área o nivel si no es capaz de alcanzar los objetivos requeridos para superar las evaluaciones correspondientes.
En esto, como en otras cosas, es de esperar que “lo mal empieza, mal acaba” y comenzar admitiendo los criterios de la administración educativa, nos lleva necesariamente a comprender por qué los porcentajes actuales de fracaso escolar se acercan al 30% de la población general.
Por tal motivo, en este sitio web solamente consideraremos el fracaso escolar “técnico”, en el mayor número de aspectos posibles.
Confíamos en que resulte de interés para cualesquiera de sus visitantes.