Como resultado de la influencia en la Psicología y la PsicoPedagogía de las teorías psicoanalíticas, todavía con demasiada frecuencia algunos/as profesionales, tras emplear en la evaluación de un caso de fracaso escolar o bajo rendimiento tests proyectivos gráficos, suelen concluir que el escolar NO APRENDE porque SUFRE UN BLOQUEO EMOCIONAL.
Esta clase de afirmaciones fueron estudiadas en el siglo pasado, contrastadas empíricamente y falsadas absolutamente. Lo que quiere decir que no se comprobaron ni ciertas ni válidas.
Dado que toda situación de fracaso escolar es una situación crítica en la vida de un escolar, suele encontrarse asociada con mucha frecuencia a manifestaciones de ansiedad, estrés, ideas de desvaloración, baja autoestima, mal autoconcepto, deterioro de las relaciones con los padres (sobre todo si el fracaso se va haciendo crónico),…por lo que no es de extrañar que los profesionales confundan los RESULTADOS DEL FRACASO con sus CAUSAS.
En más del 90% de los casos estudiados, las manifestaciones de alteración emocional NO ESTABAN PRESENTES EN LA VIDA DEL ESCOLAR antes del fracaso, sino que fueron instaurándose después de su aparición. Cuando se consigue resolver la situación de fracaso, las manifestaciones emocionales remiten por sí solas sin necesidad de psicoterapia alguna.