Falta de Autoestima

Comentaba hace unos años el Dr. Polaino-Lorente en un Congreso celebrado en Pamplona, que ahora está “de moda” la autoestima y ya no hay problemas de personalidad. Antes había problemas de personalidad y nadie hablaba de la autoestima…

Bien, ahora está de moda la autoestima y todos los problemas parecen ser ocasionados por una baja autoestima…

Pero no. La autoestima no es la causa, sino el resultado de…

Veámoslo.

Cuando un escolar tiene éxito, recibe elogios por sus resultados escolares y, lamentablemente, también recibe elogios dirigidos a su persona, junto con manifestaciones de aprobación y afecto: sonrisas, miradas dulces, palmaditas, besos, abrazos… todo eso que interpretamos como “muestras de afecto”.

Y tales muestras las obtiene el niño por lo que logra… en la escuela.

¡Qué bien!: Aprueban lo que hago y me aprecian…Luego yo, “espejito mágico”, ME PUEDO QUERER A MÍ MISMO  (Alta Auto-Estima, a partir de una Alta Extero-Estima)

El problema llega cuando no se obtienen logros escolares. En este caso se reciben recriminaciones por los malos resultados, junto con comentarios menospreciativos dirigidos a la persona, con gestos duros, miradas furiosas, tono de voz y contenidos desagradables, zarandeos… En fin, todo lo que podríamos interpretar como falta de afecto o incluso “desafecto”.

Es decir: No tengo logros, me critican a mí, me retiran el afecto, me manifiestan desafecto,… luego yo, “espejito mágico”, NO ME PUEDO QUERER A MÍ MISMO (poca Auto-estima, a partir de una Escasa Extero-Estima) Tal para cual.

Dada esta línea de razonamiento, es fácil darse cuenta reflexionando sobre ella, que en realidad la baja Autoestima aparece después del fracaso y raramente antes, por lo que no podría ser la causa del fracaso. Más bien, nos encontramos ante una de sus consecuencias. Por lo tanto, no es necesario aumentar la autoestima de un estudiante para que este tenga éxito. La realidad es justo al revés: proporcione la posibilidad de tener éxito curricular al escolar, mediante programas de moldeamiento y manifiéstele su apoyo. Anímelo a percibirse capaz de progresar y explíquele que su afecto hacia él es independiente de sus logros.

No le manifieste afecto cuando tenga éxito, ni le retire la manifestación de afecto cuando no lo obtenga. Proporcionele  pruebas de afecto periódicamente, pero nunca de manera relacionada con sus logros escolares. Lea por favor este artículo.

En conclusión: la Baja Autoestima NO ES LA CAUSA DEL FRACASO ESCOLAR, sino más bien el resultado del mismo.