Existe de un tiempo a esta parte una gran facilidad para que los nuevos graduados en Psicología se sientan atraídos por los másteres en Neuropsicología (curiosamente diseñados e impartidos por Neurólogos que nos saben mucho de Psicología…), confiando en que conocer más sobre neurofisiología les ayudará en su trabajo como Psicólogos Clínicos y Educativos.
Nada más lejos de la realidad. El Psicólogo es un especialista en Conducta Humana, a diferencia del Neurólogo que es un especialista en Comportamiento Humano.
Y ¿no es lo mismo?.
Pues no. De ningún modo es lo mismo.
El Comportamiento es la mera reacción del organismo a un cambio en su entorno físico.
Así, el reflejo del talón es una reacción motriz a la estimulación de una zona concreta del pie. El reflejo de contracción de la pupila es una reacción a la estimulación lumínica intensiva del ojo.
La Conducta es la Interacción del Individuo con su entorno.
El comportamiento es un elemento constitutivo de la Conducta, pero no es la Conducta.
Los Psicólogos estudiamos el comportamiento en tanto en cuanto forma parte de una Conducta. Los Neurólogos y los NeuroPsicólogos (¿qué es eso de neuropsicólogo?) estudian el Comportamiento en tanto en cuanto es un fenómeno biológico.
Por eso se afirma que la Neuropsicología estudia las relaciones entre el estado del Cerebro y… ¿la Conducta? (no), entre el estado del Cerebero y el Comportamiento.
En conclusión: si un escolar carece de antecedentes de daño cerebral, no muestra indicadores de patología biológica alguna, a juicio de su Pediatra, el rendimiento escolar o su fracaso académico no se explicaría nunca por procesos neurológicos ni neuropsicológicos.